BAUDILIO DÍAZ el mejor receptor venezolano de todos los tiempos

Su ejemplo seguirá vivo
Se fue de forma prematura causando una gran perdida para la familia del beisbol, su legado se mantiene vivo y esta cada vez más vigente en la imagen de los nuevos bigleaguers que ya alcanzan la grandiosa cifra de 182
Quince años se cumplieron desde que se fue Baudilio Díaz, figura inolvidable de los Leones del Caracas y de la pelota criolla.
Bo como le decían en los Estados Unidos, fue un luchador permanente, que conquistó todos los corazones dentro y fuera del diamante, también fue rebelde con razón, ante la injusticia, nunca entendió de barreras y consiguió el éxito dentro y fuera de su patria.
Baudilio vio acción en Venezuela durante 15 temporadas, se estrenó durante la campaña 71-72. Sus primeros años fueron difíciles, pero al mismo tiempo ascendió dentro de las sucursales de los Medias Rojas de Boston y ganó la experiencia necesaria detrás del plato.
Es en el año 75-76 cuando los Leones y Tiburones se fusionaron y armaron los Tibuleones de Portuguesa, que Baudilio inició el camino hacia la titularidad en Venezuela. En esa temporada logró su promedio más alto en su carrera (389) y lo hizo en más de 108 visitas al plato.

Todo un coloso
Tres temporadas mas tarde se mete en el bolsillo a todo el pueblo venezolano, cuando larga veinte cuadrangulares para imponer una de las marcas más difíciles de batir en la historia del juego, en este momento el curazoleño Yurendell De Caster amenaza el récord con 13 vuelacercas y falta mucho aún.
Ese año su actuación fue extraordinaria, no solo dejo atrás la marca de Bob Darwing, además remolcó 57 carreras y alcanzó 154 bases.
Ese no fue su único título de jonrones, dos temporadas después conquistó el liderato en bambinazos al sacar 13 y ayudó al Caracas a ganar el torneo bajo el mando de Alfonso “Chico” Carrasquel.
Emprendieron camino a Hermosillo, México, donde ganaron el único banderín de los Leones en Series del Caribe, parecía imposible haber logrado esa exitosa campaña, ya que la clasificación se consiguió a duras penas en un juego extra ante los Tigres de Aragua, fue allí donde Baudilio sacó el jonrón 13 que le dio el campeonato.

Los no hits no run
Baudilio completó una hazaña que difícilmente será igualada en cualquier lugar en donde se juegue pelota en el mundo.
Él fue el receptor de las joyas de pitcheo que completaron Urbano Lugo padre y Urbano Lugo hijo, ambos lanzaron juegos sin hits ni carreras y son fechas memorables.
El seis de enero de 1973 en un juego de puros criollos que se hacían antes en el país, el padre lo hizo ante La Guaira, pero lo de Lugo Jr fue magistral, el 24 de enero de 1987 le dieron al Caracas su decimosegundo título con un no hit no run, contra el mismo equipo que lo hizo su padre y similar receptor.

Las lesiones
Nunca lo doblegaron, es cierto que la posición de catcher esta hecha para hombres fuertes, pero aun así muchos de los receptores del beisbol no salen ilesos.
Baudilio no fue la excepción, sus rodillas y espalda conspiraron contra su rendimiento, pero el mirandino superó el dolor y fueron muchos los campeonatos que jugó sin quejarse.

Entregado a los niños
Siempre se dio con gran pasión hacia los niños, les otorgó mucho amor a los aficionados ahí estaba siempre listo para dar un autógrafo.
Miles de niños en todo el país mientras estuvo Baudilio dejaron de lado el guante de campocorto para vestir los aperos de receptor y así llegar a convertirse algún día en un jugador como él.

En las mayores
Baudilio fue el primer receptor que llegó a Grandes Ligas aunque antes de él, Cesar Tovar había jugado un inning en esa posición.
Jugó durante 13 años con Boston, Cleveland, Filadelfia con quien ganó la corona de la Liga Nacional y Cincinnati, dejó average de 255, saco 87 jonrones, conectó 834 indiscutibles y jugó en dos partidos de estrellas, esas son algunas de las cosas que en pocas líneas se pueden resumir de Baudilio.En su ultimo año, él regresó a la pelota para cumplir con un deseo de sus hijos, que querían verlo jugar con los Leones del Caracas, no era por dinero no lo necesitaba, era por amor a su familia y al beisbol.