Chad Meyers

El juego agresivo es su marca de fábrica

El outfielder norteamericano demuestra intensidad en cada lance en el terreno, choca la bola, estafa bases, está siempre listo para ayudar a Caribes

Venelpecho

Luis Dorante piloto de Caribes de Anzoátegui, debe sentirse satisfecho por lo mostrado hasta ahora por Chad Meyers, un jardinero diestro muy hábil con el madero quien posee cierta experiencia en las Ligas Mayores con los Cachorros de Chicago y los Marineros de Seattle.

En Venezuela vistió el uniforme de los Leones del Caracas en la 2000-2001 y en 11 encuentros conecto para 277 producto de 11 hits en 47 turnos, anotó 10 y empujó 7, no dio jonrones y robó 4 bases.

En su segunda experiencia criolla, se destaca entre los mejores del campeonato, batea 373. Ya superó los hits conectados en el pasado y lleva 19 indiscutibles en 51 turnos, tiene 6 anotadas y 5 empujadas, además se muestra muy veloz en las bases y completa 3 almohadillas estafadas.

El nativo de Omaha conoce sus limitaciones pero no deja de sentirse alagado cuando comparan su estilo de juego agresivo con su jugador favorito, que no es otro que Pete Rose, quien también pasó por el béisbol venezolano con los Leones.

Meyers disfruta mucho del Caribe y le encanta Puerto La Cruz, él desea mantenerse con los Pieles Verdes toda la temporada, para ayudar con su intensidad y experiencia a la causa anzoatiguenze.

Tiene todas las condiciones para triunfar en esta liga, es un bateador de contacto con excelente velocidad para robar bases. Muestra paciencia en la caja de bateo, en las Ligas menores su nombre ha sido incluido en el equipo todos estrellas de la Liga Mediooeste en 1997.

En las mayores su experiencia es de 4 temporadas, tres con los Cachorros y una con los Marineros. Sus números no reflejan la intensidad que pone al pasar la raya de cal. Participó en 106 juegos, consumió 212 turnos al bate, anotó 27 carreras, conectó 44 hits y su promedio apenas fue 208.

Chad Meyers ya sabe lo que significa en el oriente vestir de Caribe y defender a la “Tribu”, lo vive y lo siente en cada aparición en el Estadio Alfonso “Chico” Carrasquel.